lunes, 22 de octubre de 2012

Hace cuatro años...

Hace cuatro años, el día 19 de agosto vi por primera vez la foto mi hijo, en esta foto tenia unos cuatro meses... lo único que me acuerdo de aquel momento que el niño que me estaba mirando desde ese trocito de papel estaba muy triste y para nada tenia la mirada de un bebe de cuatro meses. La funcionaria que me enseño la foto me dijo:"Hoy es una fiesta religiosa muy importante y seguro que todo va a salir bien y Dios te ayudará". Al día siguiente iba en el tren hacia una ciudad desconocida,
¿que si tenia miedo? Pues, si, y mucho, sabia que era mi única opción de ser madre, que no había más oportunidades, de lo que más tenia miedo es no sentir nada al ver a mi hijo, no conocía a ese niño de la foto, no sabía nada de él y como sería nuestro primer encuentro.
Todos aquellos días se han quedado atrás:  los miedos, los nervios, los tres meses que pasé en el orfanato, el juicio, que se celebro justo hace cuatro años....ayer estuve leyendo mi antiguo blog , las fotos del mi hijo tan pequeñito, Dios que frágil me parecía entonces.

Llevamos juntos 4 años, ya ni me acuerdo de mi vida sin él. Todos los días doy gracias a Dios y a la mujer que lo tuvo. Aljosha ha crecido mucho, ha cambiado, pero sigue siendo aquel niño terco y muy mosqueón pero a la vez la persona más noble y sensible que conozco. No admite el trato autoritario, quiere que se le hable de tu a tu y le es muy difícil de comprender la diferencia entre los niños y mayores. Sin embargo, hablando con él y explicando le las cosas llega a convencerse...un poco.

Después de ser bautizado cree que habla con Dios, otro día me dice que Dios le ha dicho que él  tiene que cuidar de mi y de la hermanita...

El primer día del colegio me prometió que va a estudiar muy bien para cuando crezca y sea mayor consiga un buen trabajo y compre un coche con alas para llevarme a todas partes...

Algunos dicen que lo mimo demasiado, ¿que sabrán ellos? todos los mimos del mundo son pocos para él! A veces rendida por luchar con los dos pequeños  torbellinos durante las 24 horas caigo en la cama para descansar un ratito y estar solita, enseguida viene Aljosha y se acurruca a ni lado, "mama, puedo estar contigo un poquito?"

Quédate conmigo hijo mio, quédate conmigo...

domingo, 21 de octubre de 2012

Hoy estoy triste porque hace 14 años una noche como esta me llamó mi amiga  y con la voz muy baja, se notaba el trabajo que le costaba hablar, me dijo que mi madre se había ido para siempre...
Casi nunca a nadie hablé sobre aquella noche, intento no recordar este momento, como tire el teléfono y caí al suelo gritando  negándome a creer en lo que estaba pasando, solo escuchaba a mi misma gritar: "No, no, no, ...!" como si con esto podía cambiar algo... ni si quiera estaba llorando, solo el dolor, el dolor físico muy fuerte invadía a todo mi cuerpo.  No se lo que tardé en levantarme y creo que parecía en aquel momento a un perrito con las patas rotas, no podía andar, pero me levante porque necesitaba hablar mi padre.
Vivía sola en una casa prestada muy grande y vacía en una urbanización de lujo...salí a la calle para la cabina de teléfono y el silencio de la noche  me remato, odiaba en este momento todo lo que me rodeaba, no entendía como el mundo podía seguir sin mi madre, como si nada hubiese pasado, sentí un frío desolador viniendo de estas casas hacia mi y cuando marque el número de teléfono de mi amigo que era mi vecino también, comencé a gritar y llorar como una loca, no se, ni como me entendió su madre porque creo que no eran ni palabras los que salían de mi boca....me quede ahí esperando que me recogiesen y el silencio de alrededor y la noche cada vez más oscura me estaban haciendo más daño...
Después... después me recogió mi amigo, me llevo a su casa, llame a mi padre y hablé con él, bueno lloramos juntos... si que lloré después mucho, me acuerdo solo de una frase que no paraba repetir: " Todo ha sido para nada..." Seguía doliéndome, pero ya no estaba a solas con mi dolor, nada comparable con aquellos primeros minutos.
Entonces no sabia que iba aprender a vivir sin mi madre e iba aprender a vivir con este dolor y que era posible.
Ahora me duele más por no haberle dicho mucho más veces como la quería, por no haberme compartido más días con ella, por haberme marchado de mi casa...
Ahora solo me gustaría que ella supiera como la hecho de menos y que pena siento en mi alma de que ella nunca verá a sus nietos...
y por eso me gustaría que todos vosotros los que tenéis todavía vuestros padres al lado, les cuidáis y les dais muchos besos y les digáis que los queréis porque ellos necesitan escuchar a  sus hijos...